Mi hija, de su mama.

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A la vida no sabes cuando llegas, ni cuando te vas.
No sabes nada de lo que te ocurrirá en este camino, unas veces alegría y otras tristezas.
Hay momentos inolvidables que no se pueden expresar con palabras, uno de ellos, la llegada de mi hija. Una persona con sus defectos y sus virtudes que se desvive por su familia, siempre pendiente de los demás para ella sentirse bien.
No importa perjudicarse a ella misma con tal de que la otra persona se sienta bien, ya sea ofreciendo su ayuda, como dar materialmente lo que esta necesita. No tiene nada suyo.

Es una persona con inquietudes, le encanta la lectura y de los libros le gusta hasta su olor (jajaja)…

Estoy súper orgullosa de mi hija porque es una gran persona, que para mi, es lo máximo a lo que se puede llegar en la vida. Toda la vida estudiando para alcanzar sus objetivos laborales y mientras tanto trabajando donde le sale.

Espero que algún día le llegue todo lo que se merece, por su sencillez y humildad. Todo lo que se siembra, se recoge. Es maravillosa.

Escrito por Luisa Núñez Cabral.

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